18 Ene Se acabaron los exámenes ¿Cuándo estudias para los siguientes?
Esta entrada viene a propósito del final de exámenes del primer cuatrimestre en la UAM, donde doy clases de ORL.
Los estudiantes de Medicina de la UAM han estado de exámenes algo más de 1 mes, desde mediados de diciembre hasta esta semana. La ORL ha sido la última asignatura de los de 5º, como siempre en los últimos años, después de asignaturas más potentes como la Traumatología o la Endocrinología. A veces me imagino a mí misma pasando la escoba cuando ya han entregado el examen y salido del aula, para recoger los últimos trozos de cerebro caídos al suelo después de semejante esfuerzo intelectual.
Me hago la siguiente pregunta…
¿CUÁNDO VAS A EMPEZAR A ESTUDIAR PARA LOS PRÓXIMOS EXÁMENES?
¡Tranquilos, tranquilos!… que seguro que más de uno lo ha pensado en medio de la época de exámenes… “No vuelvo a dejarme tanto la próxima vez” “No me da tiempo” “Fulanito empezó a estudiar en octubre y mira qué buenas notas”….
Las cosas en la vida se hacen por distintos motivos: porque te lo ordenan tus padres. Porque todos tus amigos lo hacen así. Porque lo dicen los profesores. Porque crees que es lo correcto.
Este último motivo debería ser el más importante para un adulto, y un estudiante universitario ya es un adulto.
Cuando lo pasaba mal en los exámenes parciales porque me había dejado descuidadas algunas asignaturas, siempre pensaba “Esta vez empiezo a estudiar en serio desde ya”, pero nunca lo cumplía. ¿Por qué? Bueno, por la famosa procrastinación, porque no tenía el hábito y no sabía cómo generar un nuevo hábito más favorable, y por el reflejo de Pavlov (1)
Mi particular reflejo de Pavlov consistía en que había estado tantos días sentada a la mesa, estudiando apurada y con remordimientos, que desarrollaba un condicionamiento. Cuando volvía a sentarme al comienzo del cuatrimestre con los apuntes nuevos, me daba un súbito dolor de trasero/crisis de ansiedad y me levantaba a hacer cualquier otra cosa.
Solo conseguía volver a sentarme en serio cuando faltaba 1 mes para los exámenes, y para entonces ya era tarde.
Alguno dirá “Eso se resuelve con fuerza de voluntad”. “El que no se sienta a estudiar es un vago”. Bueno, puede que sí. O puede que la fuerza de voluntad no sea tan sencilla de ejercer.
LA FUERZA DE VOLUNTAD ES LIMITADA
R. Baumeister es un Catedrático de psicología de la Florida State University y su investigación actual se centra, entre otros temas, en el autocontrol, la autoestima y la toma de decisiones. Ha escrito numerosos artículos científicos y ha saltado a la fama por un libro de divulgación escrito junto con J. Tierney (2). Ha hecho llegar al gran público unas pocas perlas acerca de la “fuerza de voluntad” que pueden ayudarte a estudiar mejor y con mayor antelación (si quieres saber más, puedes leer esta entrevista).
El autocontrol depende de tus reservas de energía. Una expresión de tus reservas de energía es la glucosa que tienes almacenada y la que ingieres con los alimentos. Al igual que con el ejercicio físico, cuando usas tus energías, tus reservas disminuyen, pero si practicas tu autocontrol con frecuencia, su capacidad aumenta.
USA TU FUERZA DE VOLUNTAD EN LAS DECISIONES MÁS IMPORTANTES
Conforme transcurre el día perdemos capacidad de decisión. Cualquier decisión que tomamos, hasta la más inocente, desgasta nuestras reservas de fuerza de voluntad del día. Esto explica por qué a Obama evita tomar decisiones sobre su ropa o la comida. Según contó a Vanity Fair, sólo tiene trajes grises y azules y deja otros asuntos domésticos a su familia y asistentes. “Trato de reducir las decisiones al mínimo esencial. Tengo demasiadas decisiones que tomar”. Ahí tienes un secreto de productividad.
Después de tomar muchas decisiones tu autocontrol disminuye, y viceversa. Si has tenido un día difícil, por la tarde-noche es más sencillo que te dejes llevar por la rutina acostumbrada y tomes peores decisiones.
Por eso es conveniente simplificar las rutinas y eso es algo que efectivamente mucha gente hace. En el caso de un estudiante, las decisiones de la vida académica pueden ser sencillas, pero conviene simplificarlas al máximo: decide de antemano a qué clases irás y a qué clases faltarás, y dónde vas a estudiar (en la facultad, en la biblioteca del hospital, en casa). Elige pronto qué libro o colección de apuntes usarás para estudiar. Así tendrás más “fuerza de voluntad” disponible para lograr estudiar un rato y así mejorar tu preparación para los siguientes exámenes.
Otros modos de maximizar nuestra capacidad de control: a corto plazo, comer y descansar. A largo plazo, mantener una alimentación adecuada, descanso regular y hacer ejercicio físico. Y mejora con la práctica, como los músculos.
CONCLUSIONES Y PLAN POST-CUATRIMESTRE
¿Has pensado qué vas a hacer después de los últimos exámenes? Para que ahorres energías al máximo, te propongo un plan.
1. Tómate una semana de descanso para “convalecer” y premiarte por el esfuerzo que has hecho en los últimos exámenes. Duerme, reúnete con amigos, con familiares, ve al cine, haz lo que más te guste.
2. Primer mes, programa repasos de apuntes con un objetivo inicial sencillo: tener los apuntes bien ordenados por asignatura y saber qué conceptos se han explicado cada día. Solo saber qué se ha explicado, no es necesario memorizarlo. Simplemente te propongo que te hagas consciente del material que tendrás que manejar en tu próxima temporada de exámenes.
Para ello, usa Pomodoros de lunes a jueves y descansa los fines de semana. Si los primeros días pareces lento, es la curva de aprendizaje. Como todo, requiere práctica para saber ir al grano. Be water, my friend.
3. Haciendo lo anterior durante 1 mes te has descondicionado: ya no hay (tanto) dolor de trasero al sentarte. Entonces, durante el segundo mes, puedes apretar un poco el acelerador y proponerte una primera lectura deliberada de los temas que parecen más complejos (de cada asignatura). Para ello usa Pomodoros y comienza a elaborar flashcards. Puedes ampliar a algún fin de semana (p. ej. fin de semana alternos).
4. Finalmente, a 1 mes de los exámenes, suelta tu máquina de estudiar a tope. Llegó el siguiente desafío, la siguiente cumbre, pero ya vas mejor equipado.
No olvides trucos esenciales para conservar la energía y tus preciadas reservas de fuerza de voluntad:
- Premios y más premios pequeños por cada pequeño paso dado
- Deporte y ejercicio: hacen crecer neuronas en tu hipocampo, región esencial para la memoria y el aprendizaje
- Si solo no puedes, busca aliados en clase y programad repasos juntos.
JAMÁS EL ESFUERZO DESAYUDA A LA FORTUNA
Y TÚ, ¿CUÁNDO VAS A EMPEZAR A ESTUDIAR PARA LOS PRÓXIMOS EXÁMENES?
REFERENCIAS
1. http://www.psicologiacientifica.com/pavlov-reflejos-condicionados-verdadera-historia/
2. Baumeister, R.F., & Tierney, J. (2011). Willpower: Rediscovering the Greatest Human Strength. New York: Penguin Press.
Marian
Publicado a las 22:17h, 18 eneroYa tengo propósitos de nuevo cuatri gracias a este post!
¡A por ello!
Almudena Trinidad
Publicado a las 11:27h, 19 enero¡Así me gusta! A por ello con fuerza, y si a la primera no sale, a la segunda o a la tercera caerá.
Johnny Wang
Publicado a las 21:01h, 21 eneroGenial el post! y genial la primera clase sobre técnicas de estudio! Voy a empezar a poner en práctica este plan y ésta vez voy a ser yo quien le gane el pulso al siguiente cuatrimestre !
Almudena Trinidad
Publicado a las 11:46h, 22 enero¡Muchas gracias! Como nos veremos semanalmente, ya me dirás cómo te va.
Ayer después de la clase usé la técnica del Pomodoro para trabajar un rato en una corrección de tesis, y funciona! Así que adelante.
La próxima semana desvelaremos el secreto de qué tipo de estudiante triunfa más en la carrera de Medicina…y luego haré un post sobre eso 😉
Un saludo.
Aula Magna
Publicado a las 16:39h, 04 mayoMuy buen artículo. Gracias por compartirlo con todos, un saludo.