
03 Jul Me toca estudiar en verano. Exámenes de septiembre
En muchas facultades de Medicina de España aún se siguen celebrando exámenes de recuperación en septiembre, aunque muchas ha ido cambiando a las últimas semanas de junio. Esto obliga a muchos jovencitos de Medicina a compartir biblioteca en julio y agosto con los pobres opositores MIR…
O quizás no. Depende mucho de cuántas asignaturas te hayan quedado. Está claro que un opositor MIR tiene una fuerte motivación para estudiar varias horas al día en verano:
- Un examen legendario que lleva esperando casi desde que comenzó la carrera
- Un 6º curso con apenas exámenes y muchos rotatorios clínicos y un TFG
- Un montón de amigos en su misma situación
- Una academia MIR detrás que con sus simulacros y clases estimula el trabajo diario
- Un montón de manuales nuevos que no ha tenido que empollar en todo el año lectivo previo, y por tanto, no les ha cogido manía
En el caso de una recuperación de septiembre, los alicientes para estudiar son mucho menores:
- Acabas de terminar varias semanas de exámenes idénticos al que tienes que preparar
- Como el perro de Pavlov, has desarrollado una extraña respuesta condicionada, en tu caso, a la visión de los apuntes de la asignatura suspendida: ansiedad, rabia y frustración, una verdadera reacción de estrés postraumático.
- La mayor parte de tus amigos se encuentran en distinta situación a la tuya, sobre todo si han aprobado todo el curso. Por tanto, te sientes en completa soledad.
PASOS PARA ESTUDIAR EN VERANO Y PREPARAR CON ÉXITO LOS EXÁMENES DE SEPTIEMBRE
Paso 1. Descansar.-Por pobres que hayan resultado las notas de junio, el esfuerzo realizado ha sido grande y tienes que descansar. Como comentábamos en el artículo anterior (qué hacer en verano cuando has aprobado todo), es fundamental hacer todo lo contrario de lo que llevas semanas haciendo. Así que busca 2 semanas de asueto en los que…:
- No estés obligado a horarios fijos durante todo el día
- No entres en contacto con la Medicina salvo para curar heridas o ampollas
- Sí muevas el cuerpo y hagas ejercicio
- Sí practiques tus aficiones favoritas, sean leer cómics manga, jugar al pádel o dormitar en cualquier momento del día
Paso 2. Planificar.- Puede que se te dé fatal planificar (razón por la que – quizás – has suspendido en junio), o puede que te dé mucha pereza, pero tu primer día de estudio veraniego tiene que consistir en preparar el calendario y el material de estudio. Este primer estudio debería situarse en algún momento de la primera quincena de julio.
Calendario.-No debes estudiar en días de viaje, en días posteriores a fiestas nocturnas señaladas (cumpleaños, bodas…), ni cuando padezcas tropiezos de salud (insolación, diarrea o cualquier achaque propio del verano).
Descontando esos días, reflexiona cuál es el momento del día de verano en el que tienes más energía. Esto depende de tu reloj interno, tus actividades de verano y las de tu familia. Reserva 2 horas seguidas de estudio (unos 90 minutos efectivos) por cada asignatura pendiente.
Material de estudio.-Es posible que los apuntes que usaste en junio para suspender el examen te provoquen sentimientos desagradables (o un sarpullido, directamente…). Al menos, es lo que me ocurrió a mí el verano que tuve que preparar la Biología Celular para septiembre.
Aquí te sugiero algo que a mí me funcionó: usar un libro para leer el temario del examen las primeras semanas del verano. Usé el mítico Biología Celular y Molecular de De Robertis, que me resultaba más interesante que mis apuntes llenos de listas y conceptos subrayados.
¿Por qué un libro? ¡Confiesa! No has mirado ni uno en todo el curso; o al menos para el examen que has suspendido. Y resulta que los libros están en general bien escritos, pensados, organizados y llenos de fotos, gráficos y tablas. ¿No te resulta eso más atractivo que unos apuntes para empezar a abrir boca?
¿Cómo usé el libro? Me dediqué a leer por encima los pies de fotos, los títulos de párrafos del tema que me tocaba cada día y algunos párrafos sueltos. De esa manera, no estaba memorizando en profundidad, pero sí era capaz de revisar algunos conceptos en la memoria e ir deshaciendo errores de concepto que arrastraba desde junio.
Paso 3. Construir el hábito de estudio.-Aquí seguiré, aparte de mi experiencia, los consejos de Rafael Santandreu, un psicólogo cognitivo muy popular en España.
No esperes ser capaz de estudiar 4 ó 5 horas al día en medio del verano. Pero sí puedes aspirar a estudiar todos los días durante 2 periodos de unos 40 minutos cada uno, separados por un pequeño descanso. Es posible que no puedas estudiar más de 1 periodo. Pero ese es el mínimo aconsejable. Estamos hablando de “pasar un rato” con la asignatura todos los días, ese pequeño Pomodoro que puede consistir tan sólo en leer, o en hacer un mapa mental.
Haciéndolo todos los días, en menos de 1 semana habrás conseguido que tu propio cuerpo “te pida” hacer ese rato de estudio para poder seguir después haciendo actividades veraniegas SIN REMORDIMIENTOS.
¿Qué otras cosas puedes hacer para ayudarte a fijar ese hábito diario?
- Pensar a lo grande: no querer aprobar el examen, sino desear bordar el examen y sacar un sobresaliente. Ilusiónate con ese objetivo.
- Fabricar muchos argumentos racionales a favor de ese hábito, alrededor de un hecho que no podrás rechazar: comprender que, por una vez, estudiar con tiempo te beneficiará.
- Darte recompensas: igual que has planeado qué tema estudias cada día en tus horas de estudio, planea actividades que te gusten mucho para las horas de descanso posteriores.
- Hacerlo divertido: ¡ejem! Esto ya es más difícil. Pero debes intentarlo; al menos, hazlo con gusto. Compra un buen cuaderno, un juego de bolígrafos especiales, post-it de colores, hojas DIN-A4 de buena calidad… Un ventilador de calidad para ti, si hace calor en tu cuarto. Busca otro lugar de estudio: ¿el garage? ¿el sótano? ¿una biblioteca? Quizás haya llegado el momento de probar técnicas diferentes: flashcards, mapas mentales, tablas comparativas… Elabora y repasa flashcards todos los días.
Paso 4. 1 semana antes del examen, enciérrate.-Sí, este paso es ineludible… Después de unas semanas probando técnicas nuevas y leyendo sobre la materia según tu apetencia, ahora en un libro, ahora en los apuntes, ha llegado el momento de usar la técnica más universal… Empollar varias horas al día. Así entrarás en modo “concentración” para el examen. Puedes retomar a plena potencia los apuntes de junio, repasar muchas más flashcards al día y aprovechar para memorizar esos datos abstractos que sabes que te pedirán en el examen.
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