Entrevista-Cómo ser un estudiante corriente… y algo más

Esta es una entrevista realizada a un estudiante que ha resultado ser muy tímido. No ha habido manera de que J. me proporcionase una imagen de su rostro, su firma ni nada de nada. Sólo autoriza que muestre esta extraña foto que usa como avatar en alguna red social perdida por internet…

avatar J

J. puede considerarse un estudiante del montón, que no destaca por arriba, ni por abajo. Moderadamente interesado en la vida universitaria, en la Medicina y sin dejar de disfrutar de sus otras aficiones. Tampoco ha vivido un camino de lucha y autodescubrimiento como Marco, al que os traje en esta otra entrevista.

Entonces, os preguntaréis, ¿Qué tiene esta entrevista de interesante?

Traigo esta entrevista para destacar algo esencial para mí. Me parece muy importante que todo estudiante sepa reflexionar sobre su experiencia en clases, prácticas y estudiando para sus exámenes, y saque conclusiones interesantes como las que consigue J. en esta entrevista.

Esta reflexión permite mejorar resultados en los estudios y en cualquier proyecto que se aborde. Este conocimiento se extrae de la vida real y vale mucho, aunque no puntúe en el expediente académico.

Ah, J. estudia en la Universidad Autónoma de Madrid. Es lo máximo que puedo revelar de él…

Cuéntanos en qué curso estás y qué especialidad te gustaría hacer.

Bueno, el último curso he estado haciendo mitad de 5º curso y mitad de 4º que tenía pendiente. El curso que viene termino la otra mitad de 5º que me queda.

En cuanto a la especialidad que voy a elegir en un futuro, no lo tengo aún muy claro, pero sé que va a ser una médica. La gracia es que el olor de algunas cirugías hace que me plantee renunciar a ciertos placeres que nos brinda la gastronomía, como el bacon. Y no, no sé qué haría con mi vida si cada bocado me recordara a una esternotomía.

¿Qué tipo de estudiante dirías que eres? Me refiero a qué notas sueles sacar, qué importancia le das a las notas, y qué valoras más de tus estudios de Medicina

Soy un estudiante de la plebe, jajaja. De esos que aspiran a esos 5 con sabor a 7 (ya sabes a qué me refiero), dado que tampoco aspiro a dermatólogo ni cirujano plástico, y bueno, tampoco quiero que la carrera ocupe la mayor parte de mi tiempo.

Estoy a la espera de que salga la última nota del examen de Digestivo. Para junio sólo me quedó por recuperar esa y Pediatría, y esta última la aprobé con notable y todo, para mi sorpresa ¡Jajajaja! A ver si en Digestivo tengo la misma suerte. La verdad es que hasta yo me quedé sorprendido, porque mi media no suele subir del 6.

Vale, entiendo lo que dices, aunque yo era una “empollona” que disfrutaba de los sobresalientes… Pero explícate mejor, ¿crees que siendo así, “de la plebe”, aún conseguirás ser un buen médico y profesional?

Eres mejor profesional cuanto más estudies, eso sin dudarlo. Pero un estudiante de 5 no significa que se haya mirado solo la mitad del temario para sacarse el examen (al menos en mi caso). Puedo haberle dado tres vueltas a todo el temario, pero entre las preguntas que fallas, las que sacan en base a temario que no se ha dado en tu hospital, y los baremos basados en que el aprobado se pone en el 75% de las 10 mejores notas, tu nota se desinfla mucho.

¿Qué valor le das entonces a unas notas que no reflejan fielmente tu esfuerzo? Eso el tiempo lo dirá. Puede que acabe siendo un médico mediocre, o no. Pero ahora, siendo estudiante, no puedo aventurarme a sacar inferencias hacia el futuro.

De todas maneras, no creo que la parte humana de un médico dependa de su expediente. Esto no te lo enseñan en la carrera, sino que creo que depende más de tí mismo. Al igual que hay dependientes de tiendas más o menos majos, también pasa lo mismo con los médicos. Es algo con lo que se nace, y se hace. Pero no dentro de la carrera, sino al margen de ella.
La buena competencia profesional se consigue estudiando y asimilando conocimientos, eso no te lo discuto. Pero no pienso que un test sirva para medir con mucha fidelidad esta aptitud. Diría más bien otro tipo de pruebas, o la cantidad de experiencia que hayas adquirido en las prácticas. Pero un test para valorar la competencia de un estudiante como médico… Quizás no. Si acaso, te sirve para saber si serás bueno o no respondiendo a las preguntas del MIR, porque más que entrenarte para ser médico te entrenan para ser una máquina de hacer tests. O eso me parece.

Parece que estás consiguiendo convertirte en una máquina si has subido tu media en Pediatría, ¿no?

Para estos exámenes (Pediatría y Digestivo) he intentado repetir muchos exámenes de otros años. Normalmente hago sólo 1 examen de los antiguos antes de presentarme al mío. Pero en esta ocasión, porque iba con más tiempo, me dio por mirarme muchos más. El caso es que me he dado cuenta de que, si no me mirara ninguno, me costaría sacar los exámenes.

¿Por qué, es que se suelen repetir preguntas?

Pues todo cabe. Se repiten muchas, pero es cierto que con preguntas de otros años retienes conceptos que igual no les das importancia al leerlos en los apuntes, pero que se suelen preguntar, o te aprendes cosas que no vienen en tu temario, pero igual sí se dieron en otro hospital. Al final, muchos reclamamos un temario genérico y homogéneo para los cuatro hospitales [La Universidad Autónoma de Madrid tiene 4 hospitales adscritos en los que se reparten los estudiantes a partir del tercer año] y no nos damos cuenta que ese temario genérico está dentro de esa pila de exámenes donde viene lo que tienes que estudiarte y lo que no.

Fijate lo que ocurrió en Oncología, metieron una pila nueva de preguntas y suspendió la mitad de la clase.¿Por qué? En gran parte, porque preguntaron cosas del CSF-G que no se dieron en algunos hospitales. Pero si las vuelven a repetir, la cosa cambia, porque aunque no venga en tu temario del hospital, sí que tendrás los conceptos teóricos en el examen de este año, y eso es lo que te aprenderás.

¿Qué rotación clínica te ha gustado más hasta la fecha? ¿Cómo la aprovechaste?

Pediatría, sin ninguna duda. Fue en la que más aprendí en ese curso. ¿Por qué? Quizá porque me trataron como a un residente más. La adjunta desde el primer día te daba la teoría de las patologías más frecuentes que se suelen ver en sus consultas (en mi caso, Gastroenterología) en unos guiones destinados a residentes que empiezan, con lo que llegué a comprender aquello que veía en las prácticas. De vez en cuando podía aparecer algo que no venía en esos apuntes, pero comprendía la mayoría de los casos que aparecían, y eso hacía sentirme mejor integrado en las prácticas.

La mayoría de los adjuntos suelen obviar esto porque dan por sentado que los estudiantes nos sabemos la teoría: cosa que parece de cajón y que sería lo más lógico. La realidad es que la descoordinación entre el calendario de clases teóricas y el de practicas es ya un clásico en esta facultad [nota mía: Me temo que es un clásico en muchas facultades] y no creo que sea algo que a corto plazo se vaya a solucionar. El caso es que, si tenemos esto en cuenta, es sencillo entender por qué pudo cundirme tanto una rotación de la cual no había dado nada en clase porque las clases teóricas correpondian a otro cuatrimestre.

No digo que el adjunto deba entregar ahora un manual de residente a cada estudiante que empieza las rotaciones en su servicio, pero sí comentarle desde el inicio un mínimo, al menos las patologías más frecuentes que se ven en su Servicio, sin dar por sentado que el estudiante se sepa la teoría e incluso “se haya examinado de ella” (cosa que algun médico ha llegado a pensar y comentar), con el ánimo de que, aunque no haya dado la teoría correspondiente a las clases, pueda por lo menos llevarse algo preparado.

Después de todos estos años, ¿cuál es tu técnica estrella para estudiar los exámenes?

Mnemotecnias. Me han servido bastante este año para aprenderme cantidad listas sobre cosas muy detalladas. Eso, y exámenes de otros años para tener una idea del enfoque de las preguntas.

¿Qué mnemotecnias usas exactamente?

Bueno, algunas se me ocurren a mí, otras las saco de internet, de manuales de academia o de alguna otra persona que me lo haya contado.

De mi cosecha que pueda poner como ejemplo, tengo una que inventé para las poliposis adenomatosas familiares de nombres raritos, en concreto para los síndromes de Turcot y de Gardner. Para que se me quedaran, lo que hacía era asociar los dos nombres en una sola frase: “El jardín del turco”.

–> Jardín >garden en ingés> Sd. Gardner, el cual se asocia a osteomas en la mandíbula, con lo que jugando un poco con las palabras tienes que Gardner se parece a “Garlic”, que es ajo en inglés, y quien habla de ajos, habla de dientes, por lo que ya tienes automáticamente asociado el síndrome con la poliposis familiar y con los problemas mandibulares.
–> Y por otro lado con el Sd. de Turcot, que se asocia a tumores del sistema nervioso central; también puedes jugar con que el turco lleva turbante, y el turbante te lo pones en la cabeza.
Parece un poco rebuscado, pero para gente como yo, con una memoria muy mala, esto me viene de perlas, sobre todo cuando llevas más de quince temas leídos y empiezas a mezclar conceptos.

Otra vez sale el repaso de exámenes de otros años. ¿Por qué crees que funcionó?

Bueno, el caso es que, como he dicho antes, hacer exámenes te ayuda a enfocar mejor aquello que van a preguntar. De hecho, esto último se ha convertido  en un pilar importante para prepararme un examen. Básicamente, porque puedes estar dándole tres o cuatro vueltas al temario, que los conceptos generales te los puedes saber muy bien, pero de cara a esas preguntas no vas a saber qué responder, bien porque son preguntas que recaban conceptos del temario muy detallistas, o bien porque eso que preguntan no se ha explicado en tu hospital pero sí en otro (otro gran clásico de esta nuestra facultad), pero que es nuevamente cosa de los adjuntos que se encargan de coordinar la asignatura y redactar las preguntas del examen.

¿Cambiará esto alguna vez? Los profesores de Oncología han intentado hacer una homogeneización del temario en las cuatro hospitales (a pesar de haber metido algunas preguntas que no venían a cuento pero que fueron debidamente anuladas tras la revisión), así que tengo cierta fe en que algun día el temario de los hospitales y el que se pregunte en los exámenes sea el mismo.

Con toda tu experiencia, ¿qué recomiendas a los estudiantes de primer curso para superar sus exámenes?

La verdad es que no me considero un estudiante ejemplar que pueda dar consejos de supervivencia. Quizá a los más rezagados les puedo decir que se tomen la carrera con calma. Si toca un año malo, tocará y habrá que superarlo con la cabeza bien alta. Pero, sobre todo, que la carrera y el estrés no te hagan cambiar o acaben saboteando tu vida.

Si hay que aligerar, aunque ello implique alargar los 6 años a 7, se hace y no pasa nada. Mejor 7 buenos que 6 malos. Una frase que me dijo un residente muy majo de mi hospital y que ahora forma parte de mi filosofía de vida es esa que dice que:
“No hay que tomarse la carrera como un sprint, sino como una maratón”.

Una carrera de resistencia en la que se gana alcanzando la meta, independientemente de si has llegado el primero o si has llegado el último. El objetivo es terminarla.

 ***

Hasta aquí la entrevista que me concedió J. Destaco varias enseñanzas que se desprenden de sus palabras:

  • Cuando las condiciones para aprobar son tan duras (cuando tienes que acertar al menos un 75% del total que han acertado los más empollones), un aprobado significa MUCHO. No eres un aprobado raspado, eres un estudiante NOTABLE (diga lo que diga el expediente).
  • Es importante aprender, pero también ser estratégico. Si pasar al escalón siguiente en tu carrera para ser médico significa aprobar un examen, busca exámenes antiguos y así sabrás qué debes llevar bien memorizado.
  • Ser empático y amable puede trabajarse dentro de las prácticas, pero también al margen de la carrera. Es un aprendizaje de vida.

¿Qué has aprendido tú de esta entrevista, y qué te ha parecido? Esperamos tus comentarios debajo

Almudena Trinidad
almudena@dominalamedicina.com

Soy médico otorrinolaringóloga en un hospital de Madrid y Profesora Asociada de Medicina en la UAM. Ayudo a estudiantes de Medicina a desarrollar técnicas de estudio más eficaces para lograr mejores notas, recordar durante más tiempo y sentirse más seguros y felices con sus estudios.

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