13 Sep Examinarte. Técnica de estudio 5/8.
Los exámenes son una parte indeseable de los estudios y nadie quiere ni un examen más de lo imprescindible. En mi caso, 20 años después de acabar la carrera, sigo teniendo pesadillas en las que me presento a exámenes sin tener ni idea y corro espantada por los pasillos de una facultad fantasmal…
Por desgracia, la palabra “examen” evoca sensaciones odiosas que ocultan el hecho de que examinarte sobre lo estudiado mejora y consolida lo aprendido. Esto se sabe desde hace más de 100 años (1). Es más, si el examen está bien elaborado, puedes llegar a salir del aula comprendiendo mejor lo estudiado que antes de realizarlo (eso me ocurrió a mí con mis exámenes semestrales de Farmacología de 2º de carrera).
TRANQUILIDAD, QUE NO ESTOY HABLANDO DE EXÁMENES FORMALES
Cuando hablamos de examinarte durante el estudio nos referimos a cualquier técnica que te obligue a rememorar lo que ya has leído y trabajado previamente. Para ello podemos utilizar:
- Exámenes reales de otros años
- Tarjetas (flashcards)
- Frases anotadas en los márgenes de nuestros apuntes tomados con la técnica de Cornell
- Preguntas proporcionadas al final de cada capítulo en algunos libros (como el Manual de Otorrinolaringología de Ramírez Camacho, nunca bien aprovechado por los estudiantes de la UAM-10 ó 15 ejemplares en la biblioteca- para preparar el examen ORL…).
- Preguntas preparadas por tus compañeros de estudio (si tienes un grupo de estudio en la facultad, tema del que hablaremos algún día).
¿POR QUÉ FUNCIONA EXAMINARSE?
Intentar rememorar un contenido estudiado previamente tiene el efecto de reorganizar la información, de activar información relacionada guardada en la memoria a largo plazo, de forzarte a codificar más relaciones entre lo que quieres aprender. Todo esto son hipótesis propuestas por los expertos, pero es fácil entender que cuando rebuscas en tu mente para contestar una pregunta, estás trabajando sobre el material y dándole vueltas, haciéndolo más tuyo. Te sitúas en una posición activa con el material y esto es beneficioso, como lo es buscar analogías e imágenes (recuerda el post sobre imágenes mentales), o elaborar tablas comparativas (en este post).
Un efecto que me parece muy interesante es que, después de examinarte sobre un tema concreto, sobre todo si has fallado en las respuestas, te das cuenta de errores de comprensión que pueden ocurrir en el primer repaso, y facilita que codifiques correctamente los conceptos en el re-estudio posterior (2).
Por último, esta técnica de estudio requiere de un mínimo entrenamiento para aprender a usarla. Si no dispones de exámenes de otros años, puedes practicar con dos tipos de material elaborados por ti mismo:
- Apuntes modelo Cornell (con su margen en blanco para apuntar palabras clave o preguntas con vistas al repaso)
- Tarjetas de memoria (el acto de prepararlas es una forma de estudio también).
¿SIRVE ESTO EN ESTUDIOS SANITARIOS?
¡Sirve en todos los estudios! Se ha probado en enseñanza primaria, secundaria y universitaria. Se ha investigado y confirmado su utilidad para aprender idiomas, geografía, especies de aves, estructura de una flor, historia, significado de símbolos, resucitación cardiopulmonar (3)… cualquier cosa.
Para que veáis hasta qué punto es útil esta técnica, os enumero varios aspectos demostrados por la evidencia científica (4):
- Mejora el aprendizaje con cualquier formato de examen: recuerdo libre, preguntas de respuesta corta, preguntas tipo test (respuesta múltiple). Incluso si el formato con el que practicas es diferente del tipo de examen final que tendrás más tarde. Esto significa que puedes usar tus tarjetas con total tranquilidad, si no puedes conseguir un examen similar al que pasarás oficialmente. Eso sí, algunos formatos funcionan mejor, los que te fuerzan a generar la respuesta, más que a reconocer la respuesta correcta; es decir, el recuerdo libre o la pregunta corta son más eficaces. A mayor dificultad, mayor recompensa.
- Funciona a cualquier edad, y se ha demostrado con estudios realizados en guarderías, escuelas primarias, estudiantes de secundaria, estudiantes de medicina, adultos de mediana edad y ancianos.
- Funciona con cualquier nivel de conocimiento, es decir, con estudiantes novatos y con experimentados. O sea, que si estás pensando que tú eres menos inteligente que tus compañeros (idea que ya puedes ir borrando de tu cabeza), sí, esta técnica también es para ti (y te hará más inteligente, sin duda ;)). ¡Balota demostró que funcionaba en enfermos de Alzheimer! (5)
- Funciona tanto para recordar datos como para hacer inferencias, es decir, mejora la comprensión de lo que has estudiado y favorece el hacer relaciones entre hechos, algo que los estudiantes de Medicina, Enfermería, Fisioterapia, etc, tienen que hacer continuamente.
- Funciona con cualquier tipo de material que hayas usado para aprender algo, sean textos cortos, textos largos, vídeos o láminas anatómicas.
- Funciona con cualquier plazo de tiempo, es decir, tanto si el examen formal se produce al día siguiente como si se produce una semana después o varias semanas o incluso meses después. Para conseguir un recuerdo duradero es mejor reexaminarse a intervalos más espaciados. Esto es una gran noticia para los estudiantes que necesitan recordar contenidos a muy largo plazo, como los futuros opositores del MIR, PIR, EIR, QIR, etc. Cómo conseguir esto, sin embargo, requiere de una planificación a corto, medio y largo plazo que tendré que investigar para próximas entradas del blog 😉
¡ME HAS CONVENCIDO! ¿CUÁL ES LA MEJOR MANERA DE ESTUDIAR CON EXÁMENES?
- Elabora 2-3 tarjetas máximo por cada tema, cuando los repases después de las clases (o cuando los leas por segunda vez si no has ido a clase). Si no consigues trabajar a diario, trabaja por semanas. No te exijas ser exhaustivo. Mejor pocas tarjetas (pero bien aprendidas) cada semana que agobiarte por intentar elaborar todas las tarjetas de todas las clases de la semana anterior. Utiliza preguntas de respuesta corta, o tablas comparativas.
- Está demostrado que más es mejor. Se fijan mejor los conceptos si repasas preguntas sobre ellos hasta que los aciertas varias veces, tanto en la misma sesión de estudio como en sesiones diferentes. Esto puedes conseguirlo clasificando las preguntas de examen o las tarjetas que hayas preparado en dos partes: en una, las que respondes bien al primer o segundo repaso (dejas ese montón para la semana siguiente); en otra, las que respondes mal y tienes que repasar a diario. Algunas aplicaciones como Anki seleccionan automáticamente qué preguntas debes repasar más a menudo.
- Si puedes conseguir explicaciones sobre el por qué de cada respuesta correcta, también funciona mejor. Así que puedes añadir una aclaración breve al pie de tus tarjetas de memoria, bajo la respuesta correcta. *Recuerda aquí cómo elaborar tarjetas para preguntas cortas.
- ¿Me dará tiempo a todo, a leer, hacer esquemas y practicar preguntas? Si no te da tiempo, recuerda lo que Dunlosky y cols. enfatizan en su revisión, que es más eficiente dedicar un tiempo determinado a examinarte que a re-estudiar. Quizás tengas que aprender a renunciar a una relectura a cambio de elaborar tarjetas. Pero una ventaja que tienen las tarjetas o flashcards, tanto si son en cartulina como en una app del móvil como Anki, es que puedes repasarlas en los ratos muertos que tenemos a lo largo del día, como el transporte de casa a la facultad y de vuelta a casa.
- Se ha comprobado que los beneficios de examinarte son mayores si lo haces en diferentes días, es decir, no hace falta repasar un taco de tarjetas varias veces en la misma sentada; también el efecto es superior si el intervalo entre un repaso y otro es más largo, aunque el esfuerzo para ponerte a ello sea mayor.
EMPIEZA HOY MISMO
-Haz las primeras tarjetas aunque sean simples y aunque sean en papel.
-Cambia tus apuntes a técnica Cornell simplemente trazando una línea en el margen en tu próxima clase.
-Echa un vistazo a Anki y otras aplicaciones de repaso espaciado.
-Repasa ya y donde sea: lleva tus tarjetas en el autobús, de paseo por el campo, en el parque.
-Si te agobias, prueba con 1 asignatura y haz ensayo-error con ella. Si te gusta, generalízalo a todo el cuatrimestre aunque estés ya a 2 semanas de los exámenes, porque más vale tarde que nunca.
¿USAS TARJETAS PARA ESTUDIAR? CUÉNTANOS EN LOS COMENTARIOS CÓMO LAS USAS Y QUÉ RESULTADOS TE DAN
Otras entradas sobre técnicas de estudio:
- 1/8 Subrayar
- 2/8 Imágenes mentales
- 3/8 Tablas comparativas
- 4/8 Releer
- 6/8 Espaciar repasos
- 7/8 Intercalación
- 8/8 Autoexplicación
REFERENCIAS
1. Abbott, E. E. (1909). On the analysis of the factors of recall in the learning process.Psychological Monographs, 11, 159–177. doi:10.1037/ h0093018.
2. Roediger, H. L., III, & Karpicke, J. D. (2006). The power of testing memory: Basic research and implications for educational practice.Perspectives on Psychological Science, 1, 181–210.
3. Kromann, C. B., Jensen, M. L., & Ringsted, C. (2009). The effects of testing on skills learning. Medical Education, 43, 21–27.
4. Dunlosky J, Rawson KA, Marsh EJ, Nathan MJ, Willinghamd DT. Improving students’ learning with effective learning techniques: Promising directions from cognitive and educational psychology. Psychological Science in the Public Interest 2013;14:4-58.
5. Balota, D. A., Duchek, J. M., Sergent-Marshall, S. D., & Roediger, H. L., III. (2006). Does expanded retrieval produce benefits over equal-interval spacing? Explorations of spacing effects in healthy aging and early stage Alzheimer’s disease. Psychology and Aging, 21, 19–31.
Javier
Publicado a las 19:04h, 13 septiembreComparto todo lo que dices.
El típico micro-examen de repaso que realizo con mis alumnos de primaria en intervalos regulares es fundamental para fijar conceptos.
Hace tiempo tropecé con un artículo del New York Times titulado “To Really Learn, Quit Studying and Take a Test”
Para aprender de verdad, deja de estudiar y haz un examen.
https://www.google.es/search?q=new+york+times+to+really+learn+quit+studying+and+take+a+test&aq=0&oq=the+new+york+times+to+really+learn+quit&aqs=chrome.1.57j0j62.17335&sourceid=chrome&client=ubuntu&channel=cs&ie=UTF-8
http://www.nytimes.com/2011/01/21/science/21memory.html?pagewanted=all&_r=0
Esto vino a confirmar algo que yo ya sabía y que había comprobado muchas veces en la práctica con mis alumnos.
A veces les digo para saber si habéis aprendido bien algo intentad explicárselo a vuestros padres o abuelos.
Un saludo!
Marina
Publicado a las 07:08h, 14 septiembreHola de nuevo!
Muchas gracias por todos estos consejos.
La verdad es que me preocupa mucho cómo aplicar todas estas nuevas técnicas que he aprendido gracias a tu blog sin morir en el intento.
Creo que estoy un poco desfasada a la hora de estudiar y que mi rendimiento no ha sido el esperado por limitarme a leer apuntes y repasar.
Me parece un estudio mucho más dinámico y activo. Al preguntarte eres tú mismo el que se ataca y se pone a prueba, así no tienes que esperar a que lo haga el profesor y ya partes con cierta ventaja. Conoces tus puntos fuertes y también los débiles.
Como ya te dije en mi blog, pensaba aplicar todo lo que comentas aquí( Cornell, flashcards y tablas comparativas) pero no se si va a ser sueño de una noche de verano, o de verdad lo voy a convertir en un hábito. Empiezo mañana las clases, así que ya te iré comentando.
Un beso.
Marina.
Almudena Trinidad
Publicado a las 09:09h, 14 septiembre¡Hola, Marina! Me da mucha alegría verte por aquí de nuevo.
Pues a mí también me preocupa mucho cómo establecer nuevos hábitos sin verme sobrepasada. Creo que la clave está en ir despacio, tan despacio como los viejos hábitos se instalaron en nosotros. Así lo intento hacer con el blog, con el post semanal, la newsletter que he comenzado hace 1 semana, etc.
Leer y repasar es el método de estudio de prácticamente todo estudiante adulto. Es el que usé para estudiar mis oposiciones en 2011, acompañado de simulacros de examen que organizaba con un compañero de mi hospital. Los simulacros eran lo más dinámico que hacía.
En tu caso te diría lo siguiente:
1-El método Cornell es simple, basta con que dejes un margen a la izquierda y otro abajo, y tomes apuntes como siempre. Eso puedes hacerlo desde el primer día. Cuando acabe la clase repasa los apuntes y proponte apuntar 1 sola palabra clave en el margen izquierdo, para ir probando.
2-Con las flashcards no tengas tentaciones de ser exhaustiva cada día, sino que proponte hacer 1 tarjeta al día por asignatura.
3-Las tablas comparativas pueden ayudarte en repasos semanales o cada 2 semanas, cuando se hayan explicado varios temas que quieras comparar. Si has ido sacando 1 palabra clave, o 1 tarjeta por día de clase (o por tema, casi siempre es 1 tema en cada clase), eso significa que ya has “masticado” un poco cada tema y será más fácil trabajar la tabla. Pero no es necesario que te fuerces a usar tablas desde ya mismo.
No deseches por completo tu forma clásica de estudiar porque, al fin y al cabo, te ha traído donde estás ahora, en 4º curso de Medicina, nada menos. Es importante que le des el valor que tiene, que es mucho. Así también sabrás darle valor a las innovaciones que intentarás este año.
Un abrazo y sobre todo diviértete probando cosas nuevas!
P.D. A los lectores, pasaos por el blog de Marina, merece la pena http://medicinaerestu.blogspot.com.es/
Marina
Publicado a las 14:47h, 23 septiembre¡Gracias por los consejos!
Acabo de ver tu nueva entrada y ahora me paso por ahí 🙂
Desde el primer día tomo los apuntes con el método Cornell y la verdad es que me va muy bien. Utilizo la zona de conceptos a medida que avanza la clase con palabras clave como clínica, tratamiento, diagnóstico, etc. Después, cuando puedo, repaso los apuntes y los subrayo y hago el resumen con mis propias palabras.
Estoy muy contenta con este método porque me hace estar muy atenta en clase y la verdad es que apunto casi todo (antes perdía mucho tiempo en completar).
También he hecho unas cuantas flashcards pero no he tenido el tiempo suficiente como para autoexaminarme varias veces. Las tablas comparativas de momento no las he utilizado, pero pretendo hacerlo, como bien me señalas, cuando avance más la materia.
Un beso, y gracias por mencionar mi blog 🙂
Marina.
Almudena Trinidad
Publicado a las 21:00h, 25 septiembreEstupendo lo del método Cornell. En el método original se planteaba que en el lateral se escribieran preguntas o palabras clave que sirvieran para examinarse uno mismo. No sé si lo has hecho así, pero si te está sirviendo para aprovechar mejor las clases, ya está cumpliendo su función.
Respecto a la falta de tiempo para repasar las flashcards, ¿has detectado tiempos muertos en tu día a día? El viaje de casa al hospital y viceversa, otros traslados en autobús o metro… ahí podrías aprovechar.
Marian
Publicado a las 08:42h, 03 octubreHola!
Estudiando estos días he recordado esta entrada y he pensado en pasarme para comentar un recurso que hasta ahora nunca había utilizado y me esta pareciendo útil.
Algunas editoriales, si compras el libro, te dan acceso a recurso en línea entre los que se encuentran test online (de 5 respuestas como en el examen) de cada capítulo. Es verdad que necesitas haber comprado el libro, pero a mi en algunas asignaturas me está viniendo bien, en especial en las que hay imágenes asociadas.
No es tan efectivo como las tarjetas, ya que no elaboras tu mismo el material de repaso, pero es difícil incluir imágenes en las tarjetas (por ejemplo radiografías) y en ese sentido me parece un buen recurso a tener en cuenta!
Gracias por todas las ideas y todas las entradas que nos estás haciendo llegar, la verdad es que aunque cuesta ponerse en marcha al inicio de curso, sirven como motivación para intentar hacer las cosas cada día un poco mejor.
Un saludo!
Almudena Trinidad
Publicado a las 10:49h, 03 octubreMuchas gracias a ti, Marian.
Otro manual que conozco bien y que aporta preguntas test para practicar es el Manual de Otorrinolaringología de Ramírez-Camacho 😉 Hay como 15 ejemplares en la biblioteca de la facultad de Medicina de la UAM. Aunque elaborar las propias preguntas es más eficaz, no siempre hay tiempo para cubrir todos los temas de cada asignatura. Por eso os sugiero:
1-Revisar todos los libros que podáis en la biblioteca por si alguno de ellos tiene preguntas test para practicar en el propio libro, o bien online, en cuyo caso podrás acceder si los bibliotecarios han guardado las claves. O también probar los códigos de acceso que vengan dentro del libro porque lo mismo no están ni activados.
2-Hacer un grupo pequeño de amigos con los que podáis repartiros temas para elaborar preguntas de repaso. Puedes estudiar cada materia al comienzo y luego usar las preguntas de repaso de otra persona; la pérdida de eficacia de no haberlas hecho tú se compensa con el ahorro de tiempo que puedes invertir para repasar.
Un saludo y gracias por aportar al blog 🙂